París no es sólo grandes avenidas, museos y atracciones turísticas... La capital también alberga agradables jardines y verdes parques que sirven de refugio a numerosas aves. Pequeño pulmón verde de la ciudad, el Parque Monceau se encuentra en el corazón del elegante distrito 8, para deleite de residentes y visitantes.
La historia del Parque Monceau se remonta a 1769, cuando el paisajista Carmontelle recibió el encargo de crear "La Folie de Chartres", rodeada de un jardín a la francesa, para el duque de Chartres. Carmontelle dio al jardín un toque único añadiendo las ruinas de una época de Marte, un castillo gótico, un minarete, un molino holandés, una pirámide egipcia, una pagoda china y una tienda tártara. También están las columnas que aún hoy bordean la cuenca. Todos detalles que inmediatamente hicieron famoso al jardín. En 1787 se añadió la famosa rotonda con columnas, seguida de un invernadero, un jardín de invierno y nuevos caminos en 1793.
Napoleón III fue el responsable de la última versión del parque tal y como lo conocemos hoy.
En 1793, Thomas Blaikie, que había creado el Parque de Bagatelle, añadió al Parque Monceau un invernadero, un jardín de invierno y varios caminos nuevos. Este jardinero excepcional transformó el parque en un jardín a la inglesa. El parque fue modificado varias veces más antes de convertirse en el que conocemos hoy. Cortado por la mitad y modificado por arquitectos, no fue hasta 1861 cuando Napoleón III inauguró el parque tal y como lo conocemos hoy.
Atraviese las grandes puertas de hierro forjado embellecidas con oro y déjese seducir por el ambiente bucólico del Parc Monceau. Pasee bajo los inmensos árboles, observe los pájaros, admire las estatuas y el gran estanque mientras los más pequeños disfrutan del parque infantil.
En verano, el Parque Monceau abre hasta las 22:00 horas: la ocasión perfecta para completar la jornada con un picnic o un paseo romántico antes de regresar a la comodidad de su hotel.